Conoce a fondo tu aire acondicionado

El aire acondicionado es una herramienta perfecta para estar a gusto en casa y beneficiarte de la tecnología de hoy en día. Además, te ayuda a no sufrir golpes de calor en verano y no morirte de frio en invierno.

Es un sistema de Aire Acondicionado formado por una unidad exterior y una única unidad interior. La unidad exterior lleva el compresor, y la interior es la unidad evaporadora; así se ubica el elemento más ruidoso, el compresor, en el exterior.

El aire acondicionado multisplit es una de las soluciones más eficaces y completas para disponer de frío o calor en toda la casa. Y es que, la principal diferencia que existe entre el split y el multisplit es que, con una sola unidad externa, podemos disponer de hasta 8 internas.

Gracias a esa unidad externa, cada split interno puede climatizar de manera independiente cada estancia de la casa. Podemos regular tanto la potencia como la temperatura de cada uno. Así como encenderlos y apagarlos uno por uno.

Dependiendo del número de aparatos internos que haya en la vivienda, estaremos hablando de un tipo de multisplit u otro.

Una bomba de calor es un aire acondicionado puesto al revés. Es decir: si nos fijamos en verano la unidad exterior "saca aire caliente" mientras la interior saca aire frío. Imagina que en invierno inviertes las unidades, podrías tener aire caliente en el interior en vez de frío. Pero como en la práctica no es viable este cambio de unidades, se hace mediante una válvula de 4 vías que permuta las unidades.

Una bomba de calor en invierno extrae el poco calor que hay en la calle y lo introduce dentro de la vivienda. Para ello, se hace evaporar a la batería exterior, temperaturas muy bajas de forma que suceda una transferencia de calor desde el exterior hasta el gas de la bomba. Este se comprime y condensa cediendo al interior del proceso todo el calor extraído de la calle, más el calor de compresión.

Los sistemas convencionales de velocidad fija, se basan en el funcionamiento del compresor a pleno rendimiento o apagado, es decir, arrancan y paran frecuentemente. Cuando se pone en marcha el sistema, arranca el compresor y se mantiene en funcionamiento hasta que se alcanza la temperatura solicitada. En ese momento el compresor para y no se volverá a poner en marcha hasta que la temperatura lo solicite de nuevo. Los sistemas Inverter consiguen que el compresor, en lugar de parar, baje el régimen de funcionamiento, consiguiendo evitar continuos arranques y paradas del compresor, reduciendo así el consumo del sistema y manteniendo la temperatura real con menos variaciones sobre la temperatura solicitada y a un menor nivel sonoro.

Todos los equipos de Aire Acondicionado hacen circular el aire gracias al movimiento de un ventilador generado por un pequeño motor. Es imposible que el ruido producido pueda reducirse a cero. Sin embargo, existen desarrollos de equipos de varias marcas que han realizado esfuerzos para disminuir este nivel de ruido. Algunos equipos de aire acondicionado del tipo split, tienen más de una velocidad de inyección de aire, en que la velocidad más baja es la menos ruidosa.

Es el fluido que se emplea en un circuito frigorífico para transportar el calor de un lado a otro. En los acondicionadores de aire, durante la refrigeración, el refrigerante absorbe el calor del interior para llevarlo al exterior, mientras que durante la calefacción el ciclo se invierte y se absorbe calor del exterior para llevarlo al interior.

Los refrigerantes que se usan normalmente en estos equipos no son tóxicos, ni inflamables ni explosivos y no huelen. El refrigerante circula por un circuito cerrado. Pero sí pueden dañar la capa de Ozono y producir el efecto invernadero. Por eso es importante evitar las fugas y que la instalación y el mantenimiento lo realicen profesionales cualificados y habilitados para manipular estos gases.

La humedad ambiente es un factor que condiciona nuestra sensación de calor. La función de deshumidificación reduce la humedad a niveles de confort, esto es alrededor de un 50% de humedad relativa.

Debemos elegir un aire acondicionado que sea eficiente porque consumiremos menos energía, ahorraremos en la factura eléctrica y cuidaremos el medio ambiente. Se puede calcular el consumo dividiendo la potencia del aparato entre el código SEER (para producir aire frío) o entre el SCOP (para producir aire caliente).

Un ejemplo para un equipo con una potencia de 3.500 W (3.000 frigorías) y un SEER de 5,1:

Supongamos que encendemos el equipo 4 horas al día durante un mes de verano, el coste será de12,35€* es decir unos 0,10€* la hora (*tomando el coste del kW/h en 0,15€). 3.500 vatios/5,1 (SEER)=686 vatios/hora. (0,686kW/h x 0,15€)/1kW = 0,1029€ ; 0,1029€ x 4h x 30dias = 12,348€

Para conocer la potencia calcula aproximadamente entre 100 y 140 frigorías por m2, dependiendo de si tu casa está más o menos protegida del frío y del calor. También influye la orientación, Norte o Sur, y el número de aparatos electrónicos que haya en la habitación.

Por ejemplo, en un salón de 20 m2 orientado hacia el Sur, que se encuentre en una zona con temperaturas que suelan superar los 30ºC, tendrías que calcular 140 frigorías por metro cuadrado.

El resultado sería 3250 watios o 2800 frigorías.

Si es en frío (SEER) se puede saber a través del resultado de dividir la capacidad frigorífica (W) entre la potencia absorbida (W). Si es en calor (SCOP) será el resultado de dividir la capacidad calorífica (W) entre la potencia absorbida en modo calor. Entonces, cuanto mayor sean el SEER y el SCOP mejor.

Se considera una temperatura de confort 24°C en verano y 20°C en invierno, en base a estas temperaturas se realizan los cálculos térmicos para dimensionar el equipo que requieres.

La mejor temperatura para el verano es 25º y en invierno 19º o 20º. La temperatura a tener en cuenta no es tanto la temperatura interior, sino la diferencia entre la temperatura exterior y la interior. Es decir, si en el exterior hace 40º y la temperatura de un local interior es de 25º, la sensación térmica será de mucho frío. La temperatura ideal en este caso sería de 29º para que no haya una gran diferencia térmica. En invierno ocurre lo mismo: si en el exterior hay -2º, una temperatura de 20º sería de mucho calor. Hay que tener cuidado ya que cuánto más frío o calor se ponga más se gastará en energía ¡y la factura lo notará!

Físicamente la circulación del aire sigue el siguiente principio: el aire caliente tiende a subir y el aire frío tiende a bajar, tenlo en cuenta para climatizar tu habitación.

Consejos para elegir tu aire acondicionado

Debemos elegir un aire acondicionado que sea eficiente porque consumiremos menos energía, ahorraremos en la factura eléctrica y cuidaremos el medio ambiente.

Dependiendo del tipo de vivienda que dispongas y de la disposición de la vivienda hay varias opciones para la selección de aire. Si no tienes instalación previa para los conductos de climatización en casa, la solución más recomendada es instalar aires acondicionados fijos.

A la hora de decidirnos por un modelo u otro debemos conocer la superficie de las estancias para determinar la potencia del aparato y su consumo.

La potencia del equipo está determinada por los metros cuadrados de la estancia. Por ejemplo, para una habitación de 30 m2 necesitaremos un aparato de 3000 y 4000 frigorías, o lo que es lo mismo de 3,48 W/h y 4,65 W/h respectivamente.

En la práctica utilizaremos unas 100 frigorías/m², pero hay que tener en cuenta que en el cálculo de la potencia frigorífica intervienen numerosos factores: superficie de las paredes, techo, temperatura exterior, superficie acristalada, orientación, sombras exteriores, ubicación geográfica, época del año, materiales de construcción, etc. Por ejemplo, en un comedor de 40 m2 necesitaría un aparato de 4000 frigorías. Si el recinto tiene una gran carga térmica por superficie acristalada o por el color oscuro de la pared exterior incrementar a por ejemplo 130 frigorías metro cuadrado.

No es adecuado, pero siempre dependerá de los metros de tu vivienda, también hay que tener en cuenta que cada habitación tiene necesidades diferentes de refrigeración o calefacción y, si quiere tener un control en cada habitación, siempre será necesario una unidad por habitación.

La idea de instalar una única unidad en una vivienda y abrir las puertas de las otras habitaciones para climatizar el resto de la casa es equivocada. Cada habitación tiene necesidades de refrigeración o calefacción específicas y las unidades están dimensionadas para climatizar ese ambiente en concreto, si se abren las puertas no conseguiremos el confort que buscamos con un equipo de aire acondicionado.

Si y mucho. Recuerda que el calor tiende a subir, por lo que si lo instalas en una estancia cerca de alguna escalera el calor se marchará hacia el piso superior y tardarás mucho en calentar la estancia en donde tienes instalado el aire.

Depende de las características y requerimientos de las habitaciones que necesitemos climatizar. ¿Cuántas habitaciones tenemos? ¿Queremos controlar por separado la temperatura en cada habitación? ¿Qué fuentes nos están produciendo calor en cada habitación? Para 4 o más habitaciones vale la pena considerar un sistema centralizado. Estos sistemas necesitan la instalación de conductos para distribuir el aire.

Es importante hacer un buen vacío en un sistema frigorífico. La existencia de humedad o aire en el circuito nos dará problemas. El aire como es un incondensable se nos sumará a la presión de alta haciéndonos elevar la presión de condensación y con ello, la relación de compresión, por lo que la máquina rinde menos. Una manera para saber si tenemos aire en un circuito es comparar la temperatura que corresponde a la presión de saturación con la temperatura que obtenemos a la salida del condensador.

Si hay aire en la instalación, la temperatura del manómetro será superior a la que midamos con el termómetro. Hay que tirar todo el gas (recuperarlo mejor) y hacer un buen vacío. El vacío también es capaz de eliminar la humedad de un circuito. La humedad a la larga tiende a reaccionar químicamente con el refrigerante y con el aceite creando acidez en el circuito. Esta acidez atacará al esmalte del bobinado del compresor y se quemará por sobre intensidad. Vemos que el vacío es muy importante en el circuito frigorífico. Sabremos que tenemos un buen vacío por que el vacuómetro nos marca un valor muy bajo y porque la bomba de vacío no cambia de ruido cuando cerramos las llaves de los manómetros.

Si cerramos las llaves de los manómetros y paramos la bomba, el vacío tiene que mantenerse durante media hora. Esto nos indicará que no tenemos ninguna fuga en el circuito y que ha desaparecido la humedad (o el refrigerante disuelto en aceite del compresor).

No es necesario, pero lógicamente, es recomendable para ganar en confort y sobre todo para ahorrar energía. El mantener puertas y ventanas cerradas mientras el equipo esté funcionando ayuda a mantener las habitaciones frías en verano y calientes en invierno con la bomba de calor.

En los nuevos equipos no, se trata de un mito; porque además de controlar la temperatura y distribuir el aire, ya existen sistemas de climatización que eliminan partículas de polvo del aire y controlan la sequedad y la humedad del ambiente.

Depende de muchos factores diferentes. ¿Cuánto tiempo se usa regularmente? ¿Ha sido reparado en muchas ocasiones? ¿Se ha hecho un mantenimiento adecuado? Todos estos factores influyen en la vida del mismo. En general, se puede considerar que la vida mínima es superior a los 10 años.

Un sistema de aire acondicionado portátil es muchísimo más fácil de instalar que un sistema fijo de pared, pero aunque creamos que no también va a requerir de un poco de asesoramiento técnico, ya que aunque sea portátil necesitará un sistema de salida para evitar la condensación de agua y un pequeño equipamiento que viene con el aparato para poder colocarlo en una estancia con ventana.

El consumo energético es un factor muy importante a sopesar ya que un aire acondicionado con muchas frigorías (más potencia) de pared puede suponer un consumo más elevado de energía, mientras que un aire acondicionado portátil puede que ayude a controlar más ese consumo.

Control de la temperatura
No siempre necesitaremos estar a la misma temperatura, todo depende del momento y la situación, por ello, gracias al termómetro que lleva instalado podemos controlar a qué temperatura se debe mantener la habitación.

Circulación del aire
Gracias al aire acondicionado el aire de nuestra habitación se va renovando poco. La renovación del aire circulante mejora la respiración.

Aumento del rendimiento
Ya hemos dicho que las altas temperaturas provocan cansancio. De este modo, bajando la temperatura de la habitación u oficina hace que aumente la capacidad intelectual y física de las personas y, por consiguiente, el rendimiento en el trabajo.

Previene humedades ambientales
El aire acondicionado hace que el ambiente sea más seco.

Instalación de tu aire acondicionado

El aire acondicionado debe ser instalado por profesionales habilitados con la certificación RITE debido a que este tipo de aparatos requieren de una instalación sujeta a normativa muy específica. Toda esta normativa implica que la empresa que instala el equipo de aire acondicionado debe cumplir una serie de requisitos que debemos conocer y exigir.

Siempre y cuando se posea la certificación RITE (Reglamento Instalación Térmica en Edificios) y pueda emitir un boletín de instalación válido. En caso contrario deberá acreditar dicho boletín, que solo será emitido por un instalador cualificado. Recuerda que quedarán exentos de garantía todas las instalaciones carentes de esta acreditación.

No, cada split tiene una carga de gas nominal para una distancia en concreto, consulte su manual para saber la distancia máxima y mínima permitida para la instalación. Cada aire acondicionado nuevo tiene una precarga de entre 3 a 5 metros. Por cada metro añadido se deberá realizar una recarga de gas. Toda esta información viene facilitada en el manual de instrucciones de tu aire acondicionado.

Los equipos de aire acondicionado constan de dos partes: unidad exterior o condensadora y la unidad interior o evaporadora. Existen equipos compactos que en una misma unidad incorpora al condensador y el evaporador, pero siempre se necesita una toma de aire exterior.

Sí, tanto en solo frío como en bomba de calor.

Se recomienda por mejor precio y calidad de montaje, hacerlo fuera de temporada, los meses de marzo u octubre son buena época.

Por norma general, no es recomendable, el grosor de las líneas frigoríficas podría ser inferior o superior al requerido, podría existir corrosión dentro de los tubos antiguos si no han sido correctamente sellados fugas u otros...

Si la instalación tiene relativamente pocos años y se sabe que las líneas están sanas, habría que estudiar cuál sería el tipo de instalación que mejor se adapte a sus necesidades, tales como equipos transportables, equipos split o sistemas centralizados por conductos. Si fuesen necesarios conductos porque escogiéramos un sistema centralizado, el espacio sería una de las grandes limitaciones y existiría un coste adicional en la instalación.

Generalmente sí, pero requerirá que nos aseguremos que las tuberías frigoríficas no tienen impurezas en su interior, siguen manteniendo un buen aislamiento y estanqueidad. Uno de los aspectos más sensibles es confirmar que las tuberías frigoríficas son del diámetro adecuado para conducir el refrigerante que el equipo de climatización requiere.

Sí, se pueden esconder siempre que se sigan las recomendaciones del fabricante, sobre todo en lo referente a distancias sobre las paredes, y que haya aberturas para asegurar la ventilación para un correcto funcionamiento. Empieza a ser habitual encontrar celosías delante de las unidades exteriores para disimular el equipo.

Mantenimiento y posibles averias

Cuando instalamos un aparato de aire acondicionado hay que tener en cuenta que durante toda su vida útil es más que recomendable realizar un mantenimiento del mismo, para evitar que surjan posibles averías o fallos. De esta manera, garantizamos que el equipo funcione adecuadamente, mejoramos su rendimiento y evitamos la aparición de posibles averías.

Es muy simple, limpiar los filtros cada 2 meses con agua y jabón. En algunos casos si la condensadora se llena de hojas, se deben retirar. Es recomendable mirar que el desagüe no esté embozado y pueda desahogar bien la máquina. Además, es recomendable tener el sistema revisado por un profesional al menos una vez al año.

Si el equipo se usa a diario, los filtros deben comprobarse mensualmente. Un filtro sucio puede limpiarse con una aspiradora doméstica o lavarse con agua dependiendo de qué tipo sea. En el manual de usuario que se adjunta en el equipo, se puede consultar la manera más adecuada de limpiarlo.

Los fabricantes suelen diseñar y fabricar las unidades exteriores para aguantar las condiciones medioambientales más adversas.

Si el aparato necesita gas es que el aparato tiene una fuga. El gas ni envejece, ni se gasta, ni se estropea. Se sabe que si un aparato pierde gas es porque cada vez enfría menos. Las fugas deben ser localizadas y reparadas. Encontrar una fuga puede ser difícil pero sólo algunas veces puede ser más rentable poner gas cada 2 o tres años que buscar y reparar la fuga.

Por ejemplo, el gas refrigerante R410 exige la recuperación y la carga completa de refrigerante, ya que no es una solución aconsejable recargar tras una pérdida al perderse la relación de los 2 gases que componen el R410. No es bueno para la máquina que funcione con escasez de gas ya que, el compresor eleva la relación de compresión y aumenta la temperatura de descarga. Además, como se reduce el caudal másico, el aceite no puede retornar del evaporador, llegando a producirse gripamiento del compresor por falta de lubricación. Y, por si fuese poco, las altas temperaturas de descarga pueden descomponer el aceite haciendo perder sus propiedades lubricantes.

Si el aparato necesita gas es que el aparato tiene una fuga. El gas ni envejece, ni se gasta, ni se estropea. Se sabe que si un aparato pierde gas es porque cada vez enfría menos. Las fugas deben ser localizadas y reparadas. Encontrar una fuga puede ser difícil pero sólo algunas veces puede ser más rentable poner gas cada 2 o tres años que buscar y reparar la fuga.

Por ejemplo, el gas refrigerante R410 exige la recuperación y la carga completa de refrigerante, ya que no es una solución aconsejable recargar tras una pérdida al perderse la relación de los 2 gases que componen el R410. No es bueno para la máquina que funcione con escasez de gas ya que, el compresor eleva la relación de compresión y aumenta la temperatura de descarga. Además, como se reduce el caudal másico, el aceite no puede retornar del evaporador, llegando a producirse gripamiento del compresor por falta de lubricación. Y, por si fuese poco, las altas temperaturas de descarga pueden descomponer el aceite haciendo perder sus propiedades lubricantes.

Cuando un equipo echa agua es porque tiene una obstrucción en el desagüe. Si el desagüe está visible existe la posibilidad de acceder a este para limpiarlo. En caso de que no sea accesible o prefieras que lo haga un profesional, nuestra recomendación es que nuestro servicio técnico.

En invierno la unidad interior se utiliza para calefactar expulsando aire caliente al recinto. Si se trata de un equipo de bomba de calor, la unidad exterior tirará frío al medio ambiente, esto hará que se condense humedad relativa en ella, la que incurrirá en forma de gotas, es un proceso normal.

Posiblemente, a la hora de instalar el sistema se quedó en el circuito de aire, humedad o suciedad. Algunas veces (las menos) la condensadora no estaba suficientemente ventilada. O has tenido una fuga de gas que no la has querido reparar. Cuando te monten un Split tienes que ver de qué manera te hacen el vacío de los tubos. Hay muchos instaladores que purgan el aire de las tuberías sin hacer el vacío. Esto será fuente de problemas en el futuro.

Consejos para eliminar los olores de tu aire acondicionado

En cuanto llega la temporada alta de calor, lo primero que hacemos es encender el aparato del aire acondicionado. Sin embargo, este año te ha sorprendido con un olor a humedad. ¿Cómo solucionarlo? A continuación, te mostramos como:

En la mayoría de los casos, este olor es causado por la suciedad en la unidad interior o por que el olor se encuentre en la aspiración del desagüe.

Aunque es recomendable hacer una revisión anual de nuestro sistema mediante un servicio técnico profesional, te damos estos consejos para asegurar la desaparición del olor.

Una razón puede ser la humedad acumulada en los filtros, ya que generan bacterias que propician dichos olores. Pero con una simple limpieza regular del filtro, además de eliminar el olor y prevenirlo, prevendrá también posibles averías y reducirá y consumo energético.

Según el tipo de sistema y modelo, los filtros se deben de limpiar una vez cada dos semanas en la estación de invierno y una vez por semana si es verano. Solo necesitan ser extraídos, lavados con agua caliente y jabón neutro y ya los volvemos a colocar, una vez se hayan secado.

Pese a esto, en Infiniton hemos desarrollado el sistema IClean, tecnología que te lo pone más fácil aún, ya que efectúa la autolimpieza del filtro garantizando el mayor rendimiento energético, aire limpio y fresco durante todo el tiempo.

Por norma general, la unidad exterior no tiene filtro, por lo que la suciedad se deposita en la batería de intercambio. Por desgracia, esta suciedad puede llegar a causar una reducción de la eficiencia y la potencia térmica, haciendo hasta bloqueo del equipo.

Por este motivo, te recomendamos si tienes acceso a la unidad exterior, de efectuar su limpieza con frecuencia mediante aire a presión, con la precaución de no doblar las aletas, o incluso utilizando un simple cepillo, aunque sea menos efectivo.

Una vez que retires el filtro, podrás encontrar unas laminas metálicas, que son las bandejas de condensados del agua. Suelen ser las causantes de la mayoría de los olores en los aires acondicionados.

Por esta razón, te recomendamos que la limpies, al menos una vez al año, con alguna solución álgida y desinfectante. A la vez, deberías comprobar que el sistema de evacuación no está atascado y permite una evacuación rápida, vertiendo una botella de agua sobre ella. Si el agua acaba permaneciendo sobre la bandeja, debes de emplear un producto desatascador.

Otras dos partes en la que se acumula la suciedad por falta de mantenimiento del filtrado son el intercambiador de frío y el ventilador interior.

Para limpiarlo, basta con rociarlo con agua y quitar las manchas y la suciedad con un trapo. Para el intercambiador interior, añadimos un poco de lejía al rociador y esperamos a que se seque.

El desagüe de la unidad interior, canaliza el agua que procede de la condensación, por lo que también causa olores en el ambiente. Si está conectado al desagüe general de un inmueble, los olores proceden de allí.

Por lo que, para solucionarlo, bastará con colocar un sifón en el tubo antes de conectarlo al desagüe general de la vivienda, de esta forma, se evitará la distribución de los olores por la casa, protegiendo nuestro equipo de fugas de gas refrigerante.

Si el aire acondicionado no se utiliza durante un período de tiempo, se acumulará algo de polvo y bacterias en las aletas del evaporador.

Cuando lo ponga nuevamente en uso puede aparecer algún olor a polvo debido al tiempo sin usarlo y el espacio entre las aletas del evaporador es muy pequeño como para limpiarlo con un paño húmedo.

Puede comprobar si el mando a distancia tiene I-CLEAN. Si hay un botón ICLEAN, tiene una función de autolimpieza. Si tiene alguna duda, puede contactar con nosotros libremente.

En estos casos contamos con la función autolimpieza desde el control remoto para resolver este problema. La función de limpieza automática o I-CLEAN a través de la condensación, congelar, descongelar y secar, podrá eliminar sin dificultad el polvo y las bacterias acumuladas y eliminará los olores indeseados.

Puede comprobar si el mando a distancia tiene I-CLEAN. Si hay un botón ICLEAN, tiene una función de autolimpieza. Si tiene alguna duda, puede contactar con nosotros libremente.